martes, 20 de octubre de 2009

COMO CONSEGUIR QUE DUERMA BIEN...

Decálogo del buen dormir: Cómo conseguir que el bebé duerma bien

Dormir es algo que el bebé debe aprender poco a poco desde que nace. Lo ideal es que los elementos que use para hacerlo no precisen nuestra intervención y que lo que el pequeño asocia al sueño (el chupete, un peluche...) continúe a su lado cuando despierte.

Claves para dormir bien

1. El ritual previo al sueño ha de ser placentero y predecible

Esta rutina debería empezar desde el nacimiento y resulta de máxima importancia al llegar al año de edad.

2. El entorno debe ser tranquilo y oscuro

El sueño implica un cambio de actividad del cerebro que se ve favorecido por un ambiente relajante.

3. Horarios regulares

Conviene acostar y levantar al pequeño todos los días aproximadamente a la misma hora y evitar las siestas tardías o de más de dos horas.

4. La temperatura de su habitación ha de ser confortable (entre 18 y 22 grados)

El exceso de calor o de frío propicia el despertar nocturno.

5. El ruido ambiental

Debería ser mínimo durante la noche; por el día, sin embargo conviene que el bebé se acostumbre a hacer sus siestas con el jaleo habitual del hogar.

6. Hambre

Tan malo es acostarle hambriento (se despertará enseguida) como sobrealimentado, pues con ello obligamos a su estómago a trabajar durante la noche en lugar de descansar. Además, el exceso de líquido puede interrumpir el sueño.

7. Dormirse solo

El bebé debe aprender a conciliar el sueño sin ayuda de sus padres. Si estamos a su lado hasta que se duerma, reclamará nuestra presencia cada vez que se despierte de noche.

8. Los juegos movidos

Las actividades que impliquen una actividad física vigorosa que puedan ponerle nervioso deben evitarse en las dos horas previas al sueño.

9. Bebidas excitantes

Por la misma razón, hay que abstenerse de ofrecerle bebidas estimulantes, como el chocolate o las colas.

10. Despertares nocturnos

No perdamos los nervios si el niño nos desvela. Necesita que le tranquilicemos. Puede que tenga pesadillas, y si nos enfadamos, solo logramos que se agite más.

Autor: Gonzalo Pin Arboledas, director médico de la Unidad del sueño infantil de la clínica Quirón de Valencia. (Publicado en Ser Padres)

viernes, 16 de octubre de 2009

A LAVARSE LOS DIENTES...



Es muy importante que nuestros hijos adquieran buenos hábitos en la higiene dental desde pequeños y, para empezar, los niños deben aprender a cepillarse los dientes. Aunque al principio necesitarán nuestra ayuda, poco a poco irán adquiriendo independencia.

Consejos para que el niño aprenda

  • Para despertar su interés, cómprale un cepillo infantil de cerdas suaves que lleve algún muñeco.
  • Límpiate los dientes con él para que vea cómo hay que hacerlo. Enséñale a seguir siempre el mismo orden, sin olvidar la parte externa, la interna y la horizontal.
  • Si se cansa antes de haber repasado todas las piezas, puedes proponerle un pacto: tú le lees un cuento mientras él se cepilla, pero él no puede terminar hasta que tú no acabes de leer la historia.
  • Conviene que se cepille los dientes siempre en presencia de un adulto. Si no tenéis tiempo para vigilarle bien es preferible un solo cepillado exhaustivo por la noche que dos o tres al día mal hechos.
  • Acostumbra al niño a no comer nada después de cepillarse.

Enséñale paso a paso

  • Para empezar, se lo pueden tomar como un juego frente al espejo: consiste en sacar la lengua, abrir mucho la boca y usar el cepillo dentro de ella.
  • A los niños les encanta hacer cosas de mayores, así que les podemos recordar que lavarse los dientes es una tarea de mayores, con artilugios de mayores, y él, que ya es mayor, puede empezar a usarlos.
  • Hay que dejarles que lo intenten, incluso con algo de pasta con flúor, aunque papá y mamá les ayuden.

Aquí os ponemos un cuadro que podéis imprimir y poner en el cuarto de baño para que le sirva de estímulo, en el caso de que a vuestro hijo sea de los que protesta cada vez que tiene que cepillarse los dientes. En este caso, cada vez que se cepille los dientes, pondremos una pegatina, y cuando complete todo el cuadro, podremos darle un "premio". Ese premio será algo pequeño, como una salida al parque de bolas, o un cuento nuevo...



Fuente: tc.pbskids.org
http://www-tc.pbskids.org/arthur/parentsteachers/lesson/health/pdf/ActSheet_Open_Wide_span.pdf

sábado, 10 de octubre de 2009

LOS BENEFICIOS DEL GATEO

Juegos estimulantes: Los beneficios del gateo

¿Por qué le viene bien gatear?

  • El niño fortalece los músculos y las articulaciones de brazos, piernas, cuello y espalda.
  • La estimulación táctil que recibe mejora su capacidad de coordinación y equilibrio; le ayuda a comprender conceptos de distancia y espacio y le permite satisfacer su curiosidad y ganas de aprender.
  • Aumenta su autonomía, ya que comienza a tomar sus primeras decisiones: "¿voy a la cocina o al salón?", "¿me paro a jugar con este peluche o sigo a mamá?"

¿Qué precauciones hay que tomar?

  • Procura que el lugar por donde se mueva sea limpio y seguro.
  • Vigila los enchufes.
  • Aparta los objetos puntiagudos.
  • Retira las cosas pequeñas que se pueda llevar a la boca... todo aquello que sea una amenaza para su seguridad.
(Publicado en la Revista digital Ser Padres)

LAS RUTINAS Y LA AUTONOMÍA DEL NIÑO


El niño de 1 a 2 años aún no comprende el concepto de tiempo y está aprendiendo a situarse en el espacio. No comprende en qué momento del día se encuentra ni la actividad que corresponde realizar. Por eso, desea hacer lo que más le gusta y repite las acciones que puede recordar con facilidad. Para que el niño adquiera confianza en sus acciones, conviene establecer rutinas para las actividades cotidianas. Repetir las mismas acciones, los mismos rituales todos los días le ayuda a recordar, a anticiparse y a actuar con confianza porque sabe lo que va a pasar a continuación.

Las rutinas sirven al niño para interiorizar el orden en su forma de vida. Cuando el pequeño la interioriza, la realiza sin esfuerzo y es poco probable que estalle en una rabieta. No está demás que los adultos le anunciemos lo que vamos a hacer para que el niño aprenda también el nombre de la acción o situación. Cuando el niño es capaz de nombrar algo, se apropia un poco más de aquello que nombra, sea un objeto, persona, situación...

Para establecer rutinas, conviene repetir de forma sistemática y con un orden igual, las actividades diarias. Por ejemplo: al despertar, levantarse, realizar el aseo corporal, vestirse, desayunar, coger la mochila (que siempre está en el mismo sitio) y salir de casa.

El niño tampoco comprende lo que significa tener prisa o lo que suponen las obligaciones. Por eso, cuando nos ponemos nerviosos porque, por ejemplo, queremos vestirle rápido, se desconcierta y, normalmente, en vez de colaborar obtenemos negativas. Lo adecuado es establecer la rutina de vestirle o desvestirle siguiendo el mismo orden, nombrando la prenda que le ponemos, pidiéndole que mueva la parte del cuerpo correspondiente, dejando que él solo se quite algunas prendas sencillas o que se las ponga, ...

jueves, 1 de octubre de 2009

LOS PRIMEROS PASOS DEL BEBÉ


No hay nada más placentero y a la vez más desafiante para los padres que el poder ver que su bebé empieza a dar sus primeros pasitos. Es un momento realmente especial, que marca una etapa. El bebé crece, ya se sienta, se levanta, da vueltas, se pone de pie, se agarra a los barrotes de la cuna, y desde hace algunas semanas no para de arrastrarse y de gatear por todos los rincones de la casa. Su sentimiento de libertad es contagioso. El poder moverse es divertido y un paso importante en el desarrollo de sus destrezas y confianza. El bebé ya no para de moverse. Ahora se distrae sosteniéndose en los muebles y en todo lo que pueda, para buscar apoyo y estar de pie por más tiempo, y poder interactuar con las personas y las cosas. Falta muy poco para que él camine por sí mismo. Falta poco para que vosotros, los padres, se sitúen a una distancia de él, y le llamen para que camine hacia vosotros. Y el bebé vendrá, sonriendo, con los brazos algo equilibrados, y dará un paso tras otro, hasta poder abrazarlos. Os sentiréis los padres más felices y orgullosos del mundo, y vuestro bebé estará cumpliendo más una etapa de su crecimiento.

La edad de los primeros pasos

No existe una edad determinada para que el bebé empiece a caminar. Es igual cuando el bebé dice la primera palabra o el primero balbuceo. Algunos bebés empiezan a caminar a los nueve meses, y otros a los 12 o 13 meses de edad. Los padres solamente deben empezar a preocuparse cuando el bebé no camina a partir de los 18 meses. En este caso, es necesario que acudan al pediatra para que reciban la orientación necesaria, o que descarten algún problema en este sentido.
Algunos expertos afirman que el caminar del bebé es genético. Si sus padres caminaron en una edad temprana, el bebé también lo hará. Lo mismo ocurrirá si hubo algún retraso. Aparte de eso, el caminar temprano o no está relacionado con el físico del bebé, con su peso, su estatura, si tiene algún problema o algún trastorno, si hace ejercicios, si recibe o no estímulos en este sentido. Todo depende también de su entorno.

Pasos seguros

La independencia no siempre es algo muy fácil de alcanzar. También necesita orientación y apoyo. Y muchísimo control. Cuando los padres notan que el bebé desea dar sus primeros pasitos, sin sujetarse en sus dedos o manos, o sin agarrarse a los muebles, el cuidado y la seguridad es muy importante. En esta etapa, una caída puede representar una vuelta atrás en el proceso. Por esta razón, es sumamente necesario que mantengan al bebé siempre en un ambiente protegido y con seguridad. Eso quiere decir que el bebé debe moverse en un ambiente seguro, donde no haya objetos puntiagudos, ni esquinas sin protección, y libre de riesgos como los enchufes de electricidad expuestos. Que sea un ambiente tranquilo, limpio, y con mucho espacio libre.

Cuando el bebé se cae

Muchas veces las caídas son inevitables. En el caso de que el bebé lleve algún golpe al tentar mantenerse de pie solito, cuidado para no asustarle más con tu reacción. El miedo, el susto, y la inseguridad también se aprenden. Cuando el bebé se golpee, intente calmarle y consolarle con ánimos, para que él vuelva a intentar caminar otra vez. Felicítale por la tentativa, y refuerce positivamente su esfuerzo para moverse. De lo contrario, el bebé solo valorará el fracaso, se frustrará, y sentirá que su tentativa de caminar no vale la pena. Si sigues animándole, muy pronto te verás sacando una foto o filmando a tu bebé dando sus primeros pasitos.

Artículo sacado de la revista Digital Guiainfantil.com